Sánchez culpa a Tezanos por inflar al PSOE en los sondeos del 28M cuando el CIS lleva 5 años haciéndolo
El mismo domingo Tezanos trasladó que "las cosas iban bien" mientras llegaban sondeos que pronosticaban la hecatombe
El PSOE se jacta de que «sólo» perdió 400.000 votos pero oculta que PP y Vox ganaron 3 millones
Sánchez estalla ante su equipo en los maitines de Moncloa: «¡Campaña de mierda!»
La cocina de José Félix Tezanos inflando de manera sistemática el voto socialista ha sido la excusa que han encontrado en el Palacio de La Moncloa para justificar su derrota en los comicios del pasado domingo. El pretexto no puede ser más pueril, pero le vale a Pedro Sánchez y a una parte importante del PSOE para buscarse un chivo expiatorio al que poder cargarle el fracaso sin paliativos cosechado en las urnas. Según Moncloa, la estrategia de inflar la intención de voto hacia ellos y sus socios permanentemente «hace que nos autoengañemos». Y «luego pasa lo que pasa», precisa un ministro socialista. La excusa, según otros dirigentes del PSOE, no cuela, porque es difícil de creer que en Moncloa no tengan encuestas mucho más fiables que las que cocina el militante socialista Tezanos.
Hasta el mismo domingo, un par de horas antes del cierre electoral, «nadie pensaba que fueran a «perder las elecciones». A Sánchez «le hicieron creer» iban «a quedar un punto por delante, aunque ya había sondeos a pie de urna que vaticinaban la hecatombe». Así lo trasladan las citadas fuentes. Pero no se les dio credibilidad. Tezanos, a media tarde, llegó a transmitir a Moncloa que las cosas iban bien. Esa versión vendida por los afines a Sánchez no convence a muchos en el PSOE, porque «no es creíble que Sánchez y su equipo no dispongan de encuestas mucho más rigurosas que las de Tezanos». «Justificarse en que el presidente del CIS les transmitió información falsa es surrealista», apuntan.
El máximo responsable del instituto demoscópico no será apartado de sus funciones antes de las generales del mes de julio. Pero «tiene muy difícil» seguir en el cargo si Sánchez logra la reelección. El crédito que tiene Tezanos «ya se ha agotado, ha dejado de ser el tonto útil», explican en Ferraz. Eso después de dejarse utilizar durante mucho tiempo para intentar cambiar la percepción de las cosas de la opinión pública. Por culpa de sus previsiones, «nadie ni en el partido ni en el Gobierno fue capaz de predecir el terremoto político». Y eso, «ha hecho mucho daño», cuentan. En el PSOE critican que el núcleo duro de Sánchez «ha demostrado un gran desconocimiento de la sociedad española y una dificultad muy grande para el análisis electoral». «Con todos los datos y todo el poder que hay en Moncloa, no han sido capaces de ver la realidad», lamenta un dirigente socialista.
Las críticas al presidente del CIS proceden desde varios sitios y se han escuchado también en distintos lugares. Desde el complejo presidencial hasta el Congreso de los Diputados, donde el pasado miércoles se reunieron los diputados y senadores del PSOE con Sánchez. Denuncian que las «falsas expectativas» que «nos ha dado el CIS» han sido «letales anímicamente» para muchos candidatos que en ningún momento vieron peligrar sus cargos.
Críticas a los estrategas
Dirigentes, ministros y parlamentarios del Partido Socialista no limitan sus críticas únicamente a José Félix Tezanos. Las extienden también a los estrategas de La Moncloa y Ferraz. Existe una opinión generalizada de que «el diseño de la campaña ha sido nefasto». Una opinión en la que coincide el propio Pedro Sánchez. El presidente, tal como relató este periódico, llegó a exclamar hace una semana que le habían organizado una «campaña de mierda».
Las quejas, aquí, se focalizan en los máximos responsables del gabinete presidencial: Óscar López, Antonio Hernando y Paco Salazar. Pero también en el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. El diputado navarro está en el ojo del huracán por «el desastroso resultado» que consiguió el PSOE en las últimas elecciones en Andalucía y en las municipales y autonómicas celebradas este pasado fin de semana. Su continuidad en la Ejecutiva Federal no está para nada asegurada.